La fiesta de Todos Santos es uno de los momentos fuertes del calendario
boliviano. Durante esta fiesta se cultiva la memoria a los muertos,
floreciendo sus tumbas. El cementerio se llena todo el día, y las
familias vienen a rendir sus homenajes a la memoria de sus antepasados. El culto a los difuntos se mantiene, sobretodo en el campo donde el evento se prepara semanas antes de la fecha. El ritual es complejo, como lo vamos a ver, otro ejemplo del sincretismo entre tradición pre-colonial y tradición cristiana importada por los españoles. Aquí adornan con flores las tumbas.