Los parques infantiles corresponden al templo de los niños. Ya sean parques temáticos, parques de diversiones o simples parques urbanos, cualquier niño que viva en una ciudad necesitará de ellos para desarrollar sus juegos, sus rondas, sus amistades. Desde que el hombre se agrupa en núcleos habitacionales y desaparece el área rural, queda una reminiscencia muy fuerte de las épocas que en la infancia uno podía andar por donde quisiese. Un parque, un espacio verde, una plaza por más chica que sea, puede servir para recuperar algo de ese pasado un poco más "natural", y de un tiempo en el que los chicos circulaban libremente.